domingo, 23 de noviembre de 2014

Evolución del concepto de «tarea» · Evidencia 2

Curso en línea
Módulo 1: ¿Cómo aprenden los alumnos?
Módulo 2: Facilitar el aprendizaje
Fechas: 1-16/11/2014
Tutora: Dra. Esther Barros

Como ya se desprende de la primera evidencia, el concepto de «tarea» ha ido evolucionando dentro del enfoque comunicativo.

Como comentaba en la entrada anterior, se empieza a escribir sobre la enseñanza mediante tareas (EMT), la segunda etapa del enfoque comunicativo, a finales de los 80, pero no será hasta el año 1997 cuando un manual de ELE consiga realmente plasmar la teoría sobre la EMT en sus páginas. Me refiero a Gente 1 (Difusión).

Este nuevo enfoque mediante tareas constituye una evolución con respecto a la primera etapa del enfoque comunicativo, basada en la programación nociofuncional. Mientras que esta se centraba únicamente en la comunicación lingüística, el enfoque mediante tareas lleva al aula procesos de comunicación real basados en la acción.

El Marco Común Europeo de Referencia define el concepto de tarea como sigue:

«Una tarea se define como cualquier acción intencionada que un individuo considera necesaria para conseguir un resultado concreto en cuanto a la resolución de un problema, el cumplimiento de una obligación o la consecución de un objetivo. […] Hablamos de “tareas” en la medida en que las acciones las realizan uno o más individuos utilizando estratégicamente sus competencias específicas para conseguir un resultado concreto». (MCER, 2002, capítulo 2, 2.1. p. 10).

El carácter de una tarea puede ser enormemente variado y la comunicación (en forma de interacción, expresión, comprensión, mediación o una combinación de dos o más) constituye una parte esencial de la misma.

Se distinguen dos tipos de tareas (cito textualmente del material del curso):

Tareas de la «vida real»: estas tareas se eligen según las necesidades que tienen los alumnos fuera del aula, ya sean en los ámbitos personal y público, ya sea en relación con necesidades más específicas de carácter profesional o educativo. La comunicación es una parte esencial.

Tareas de carácter «pedagógico»: estas tareas se basan en la naturaleza social e interactiva, así como en la inmediatez, características ambas del aula. En estas circunstancias, los alumnos acceden a participar en situaciones ficticias en las que usan la lengua meta para llevar a cabo tareas centradas en el significado.

Las tareas de carácter «pedagógico» no son ejercicios en los que se practican aspectos formales de manera descontextualizada, sino que implican activamente a los alumnos en una comunicación significativa, son relevantes, plantean una dificultad pero son factibles y sus resultados son identificables.

Así, rellenar un formulario para la Administración sí sería una tarea de la «vida real», mientras que elaborar un libro de cocina con recetas de varios compañeros como en la tarea final de la unidad 7 de Gente 1 se consideraría una tarea de carácter «pedagógico».

Es importante tener en cuenta que la dificultad de la actividad no radica en la tarea en sí, sino en cómo la enfocamos. Como profesores podemos adaptar la tarea a las necesidades específicas de nuestros alumnos. Quizás es esta flexibilidad y los positivos resultados obtenidos en el proceso de enseñanza-aprendizaje al emplearlas lo que hace que se sigan llevando a las aulas hasta hoy.

Para cerrar esta entrada sobre la evolución del concepto de «tarea» en el enfoque comunicativo, me gustaría incluir un esquema de la unidad formativa 2 del curso online que ilustra muy bien en qué punto se encuentra el concepto actualmente y los aspectos que lo componen:





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