viernes, 21 de noviembre de 2014

Enseñar gramática

Fechas del seminario: 10 y 17/11/2014
Docente: Luisa Alarcón

El cuarto seminario del curso lo dedicamos a la enseñanza de la gramática. De entrada, me parece un tema muy interesante porque el propio título ya despierta un sinfín de sensaciones en todo aquel que lo escucha.
«Gramática». ¿Quién se queda indiferente ante esta palabra? Los unos la relacionan con experiencias desagradables, los otros sienten auténtica admiración por lo que consideran una estructura compleja fascinante. Y entremedio, todo un abanico de sentimientos y reverberaciones que no voy a describir, pero que ahí están.


No pretendo irme por las ramas, así que voy a pasar a compartir la reflexión que se nos encomendó al final de la sesión. Es la siguiente:

«De los fundamentos teóricos del seminario, ¿cuáles serían dos o tres aspectos fundamentales como profesor que integrarías en tus clases a la hora de enseñar gramática?
Selecciona una de las actividades presentadas y haz un breve comentario.»


Los tres fundamentos teóricos en que me basaría para preparar y dar mis clases de gramática serían estos:

· Naturaleza circular, cognitiva y emocional del aprendizaje de la gramática: tendría muy en cuenta que el aprendizaje de la gramática es un proceso, un camino que implica varias idas y venidas en las que con cada trayecto, descubro algo nuevo que no había visto antes al pasar. No se trata de verlo, de descubrirlo todo la primera vez; para la primera ocasión, basta con observar los cuatro elementos que me ayudarán a identificar el camino de vuelta. Cuando vuelva a recorrer el camino, descubriré más cosas y las relacionaré con lo que había visto en mis trayectos anteriores. Así cada vez adquiriré una idea más precisa del paisaje. Si el camino no me parece bonito o agradable, evitaré tomarlo en el futuro.
En resumen, evitaría el planteamiento de que la gramática es algo que puedo envolver y regalar a mis alumnos como la solución a todos sus problemas de español, sino que me los llevaría de paseo a varias excursiones, teniendo en cuenta el desnivel del terreno en cada una de ellas.

· Necesidades y motivación: porque, como vimos en clase, ya lo decía Mafalda:


Fuente imagen: http://taquetaque.com/diy/manualidades/aula/el-sabado-por-la-tarde-%C2%A1nostalgia-infantil.php/attachment/comick

Es clave que las tareas se correspondan con las expectativas de los alumnos en cuanto a lo que necesitan aprender para las situaciones en las que van a emplear el español y a que el proceso de aprendizaje sea estimulante para despertar su interés y activar así sus competencias. Los profesores debemos ser creativos y alternar varios tipos de actividades para favorecer al máximo los diferentes perfiles de aprendizaje que tenemos en el aula. Además, una actividad no suele ser fácil o difícil por si misma, sino que dependerá del enfoque que le demos.

· El camino medio: siguiendo con la misma metáfora, buscaría situarme en un punto intermedio entre estos dos extremos(*):

Instrucción + <==> Instrucción –
Aprendizaje <==> Adquisición
Atención a la forma <==> Atención al significado
Corregir <==> Input comprensible
Corrección <==> Fluidez
Ejercicios de mecanización (drills) <==> Exposición e inmersión

Eso significa, por un lado, trabajar con tareas bifocalizadas (atención al significado pero también a la forma) y, por otro, corregir para no fosilizar los errores, pero fomentando la autocorrección mediante la intervención. Así el alumno lo identifica como una oportunidad para mejorar y no como algo negativo que no debe volver a sucederle.


En cuanto a la segunda cuestión planteada, me gustaría recoger a continuación las ideas presentadas en la tarea 7 del seminario sobre qué actividades favorecen el aprendizaje de la gramática como proceso, ya que esta contiene ejemplos más concretos y prácticos a lo expuesto anteriormente, quizás algo más teórico y abstracto:

1. Vacío de información (genera una necesidad de interacción)
2. Personalización (por oposición a la generalización, aumenta el interés por participar)
3. Elemento lúdico (incentivo para refinar la producción, p. ej. un dictado de carreras)
4. Escritura (proporciona tiempo de procesamiento)
5. Repetición (aumenta las oportunidades de producción
6. Información o situaciones atípicas (reduce el conocimiento compartido)

En resumen, hemos descubierto que la gramática no solo pueden ser esos ejercicios repetitivos y absurdos que muchos de nosotros hemos conocido y sufrido, sino que, bien planteada, puede ser una experiencia muy positiva para nuestros alumnos.


(*) ALARCÓN, Luisa. Enseñar gramática. Dossier del seminario. Instituto Cervantes. Berlín, 2014.

1 comentario:

  1. Querida Luisa:

    Me alegra muchísimo que lo hayas pasado bien leyendo mi entrada. Es que se pega; nosotros también lo pasamos en grande en tu seminario y aprendimos un montón.

    Gracias por todo y hasta muy pronto,

    Anna

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